El seguro de hogar con cobertura de robo incluye la indemnización por los bienes sustraídos de forma violenta o mediante fuerza en las cosas. Esto significa que debe existir una evidencia de entrada forzada o intimidación para que se active la cobertura. A continuación, te detallamos los principales elementos cubiertos:

• Contenido del hogar: incluye muebles, electrodomésticos, ropa, objetos de valor y tecnología.

• Efectos personales: como joyas, relojes, móviles o dinero en efectivo (dentro de ciertos límites).

• Daños materiales: ocasionados por el robo, como cerraduras forzadas, puertas rotas o ventanas fracturadas.

• Robo en trasteros y garajes: muchas pólizas incluyen estos espacios siempre que estén dentro del mismo edificio o propiedad asegurada.

Es importante distinguir entre hurto (cuando no hay violencia ni intimidación) y robo, ya que el primero no suele estar cubierto salvo que se haya contratado expresamente.

Condiciones para que la aseguradora cubra el robo

Las compañías exigen ciertas medidas de seguridad mínimas para activar esta garantía. Algunas de las más comunes son:

• Puerta blindada o cerradura de seguridad.

• Ventanas con rejas en pisos bajos.

• Trasteros cerrados con llave dentro del edificio.

• Domicilio habitado de forma habitual (si es segunda residencia, puede requerir cobertura específica).

Si no se cumplen estas condiciones, es posible que la aseguradora rechace total o parcialmente la reclamación. Por eso, es fundamental leer con atención las cláusulas de seguridad incluidas en el contrato.

Pasos para reclamar un robo con éxito

En caso de sufrir un robo en tu vivienda, sigue estos pasos para maximizar las probabilidades de que la compañía acepte la indemnización:

1. Llama a la policía de inmediato y presenta una denuncia detallada. Es un documento imprescindible.

2. No alteres la escena hasta que llegue la policía. Toma fotos de daños y zonas forzadas.

3. Haz un inventario de lo sustraído con el mayor detalle posible (marca, modelo, valor, ticket si lo tienes).

4. Comunica el siniestro a tu aseguradora en un plazo máximo de 7 días (salvo que la póliza indique otro).

5. Entrega la documentación requerida: denuncia, inventario, fotos, facturas y certificados de propiedad.

El perito de la aseguradora valorará los daños y los bienes robados. Si estás conforme con la propuesta, la indemnización suele abonarse en un plazo de 15 a 30 días.

Consejos para mejorar la protección frente a robos

Aunque tengas un buen seguro, prevenir siempre es mejor. Aquí tienes algunos consejos prácticos:

• Instala una alarma conectada con central receptora.

• Refuerza puertas y ventanas con sistemas certificados.

• Guarda facturas y fotos de tus objetos de valor.

• Usa cajas fuertes para dinero o joyas.

• Informa si vas a ausentarte durante largos periodos (vacaciones, segunda residencia).

Además, si has aumentado el valor de los bienes en tu vivienda (compras recientes, reformas, nuevas joyas…), actualiza la suma asegurada para evitar infraseguros.